jueves, 17 de septiembre de 2009

NUESTRO MUNDO / MI MUNDO






A veces me gustaría cambiar tantas cosas...



A tí no?





Cambiar los horarios por ejemplo.



Me gusta la brisa del amanecer, la luz del sol a media mañana, la alegría de una tarde soleada ... sin embargo, cuando llega el ocaso . . . enmudezco ante su belleza.

Y vuelvo a enmudecer ante la luna cuando me mira exuberante allá en lo alto, como una bella dama que te invita a cometer las locuras más insospechadas, a vivir los momentos más intensos...





Cambiar la forma que tienen algunas personas de ver las cosas.


Ya sé que está dentro de la libertad de cada uno la interpretación sobre la realidad, sobre lo importante y lo efímero, sobre lo aceptable y detestable, pero es tan difícil encontrar a alguien con quien poder compartirlo todo. Para ello deben darse muchos componentes y entre ellos tener una visión parecida de la vida, o al menos ser lo suficientemente generoso para entender que el otro tenga un visión distinta a la nuestra. Por eso adoro a Peter, aunque a veces no esté de acuerdo con él.


Los seres humanos tenemos visiones muy particulares acerca de la vida. Eso hace que nuestra raza sea fascinante, pero también provoca discusiones. Y aunque las discusiones son necesarias para que después existan felices, cálidas e incluso exfervescentes reconciliaciones, y puede que tras estas discusiones podamos entendernos mejor, y se dice que a veces afianzan relaciones. Es también cierto que en muchas ocasiones las destruyen... Por ello, es más dificil encontrar alguien con quien poder discutir, que alguien con quien tomarte una copa...



Me gustaría cambiar la política.



La política en general, la política del siglo XXI en la que lo único que importa es el marketing, el marketing del político más mentiroso, la capacidad de engañarnos a todos, la capacidad de hacer que el fracaso más grande parezca un éxito, que la atrocidad más mordaz parezca un acto heróico. La capacidad de ocultar lo verdaderamente importante y engrandecer el cotilleo hasta el extremo de hacernos perder la noción de lo que es fundamental en el mundo y arrojarnos a la telebasura, al periodismo de ficción, al morboso cotilleo de personajes cada vez más desconocidos.



Me gustaría cambiar mi pelo,



Por eso me lo tiño, me lo aliso... jajaja... tenía ganas de decir algo absurdo...



Me gustaría cambiar mi vida en muchas ocasiones, y eso es lo más complicado.



Es complicado, sobre todo, cuando no depende de tí. Cuando existen más personas implicadas, cuando para conseguir aquello que deseas tienes que pasar por encima de éstas personas.



No poder salir corriendo en el momento que deseas, porque las cadenas tirarán de tí.



No poder hacer algo que te apetece, justo en el momento que te apetece, porque no es "políticamente correcto", y entonces de nuevo aparece la puta política de los cojones, y ahora sí me pongo furiosa, porque si hay algo que nunca soporté es que me dijeran "NO PUEDES". Cómo que no puedo? qué derecho tiene nadie a decirme que existe algo en el mundo que yo no puedo hacer?

Entonces, te das cuenta de que dependes de 1500 cosas para todo. Para tomar cualquier decisión, para ir a cualquier lugar, para reir, para salir, para elegir un programa de la tele, para ir de viaje, para tomar un camino u otro en el trayecto, para levantarte por la mañana y dar un grito, para trasnochar y hacer ruido en mitad de la noche, para besar, para hacer el amor, para ..... para casi todo. ..



Y te das cuenta de que eso te hace ser un prisionero dentro de la vida que tú mismo creaste para tí, dentro de la jaula que con tanto empeño tallaste a lo largo de los años...



Y piensas que hay personas que viven con menos necesidades que tú y que probablemente sean más felices...



Claro que hay personas con los barrotes de la jaula más anchos, lo que no existen son personas sin jaula. Porque todos en mayor o menos medida tenemos nuestras 1500-1200-900-600-300 o 3 cosas de las que dependemos y a veces cuando sólo dependes de 3 te conviertes en más prisionero de ellas, porque no podrías soportar que ninguna te faltara...



Hay que sacarse las piedras de la mochila, pero la mochila seguirá con nosotros todo el camino, porque no sabríamos hacerlo de otra manera. Solo que siempre hemos de recordar que un día compramos esa mochila en una tienda porque nos encantó y que todo lo que fuimos metiendo en ella fueron cosas que recogimos de nuestro viaje por la vida y que decidimos escogerlas. Y lo más importante de todo, tenemos que recordar que nosotros somos los que llevamos la mochila, no es la mochila quien nos lleva a nosotros, y sólo nosotros tenemos la capacidad de decidir qué debe estar dentro y que no y cuando queremos soltar la mochila, la cazadora, los tejanos, la camiseta... y correr desnudos hacia nunca jamás.



Mientras tanto, deberíamos recordar que las cosas realmente importantes nunca son las que están en la mochila, la ilusión, el amor y los sueños... se encuentran fuera de la mochila y son las cosas más importantes con las que contamos para que nuestro viaje tenga realmente sentido.


Así que, realmente llego a la conclusión de que el mundo, nuestro mundo, mi mundo es maravilloso, y seguirá siéndolo mientras la música suene y en medio del baile me encuentre con tus ojos y volvamos a soñar...

http://www.youtube.com/watch?v=Rj-4t9drUlM